El domingo tenía la necesidad de hacer algo. Las opciones más evidentes eran ginmasio y correr pero las dos las descarte por distintas razones: el GYM porque venirme a Alcobendas para hacer unas pesas como que no y el correl pues tampoco porque todavía estoy en fase de parada.
Pero según subía a casa con Miguel a la hora de la comida se me ocurrió cogerle su bici y darme unas vueltas al parque. La bici de Miguel me sirve para un apaño. Basta con subir el sillin, que tiene mucho recorrido, y puedo usarla para un ratito. Es verdad que el cuadro es demasiado corto y voy demasiado erguido pero, como digo, para un apaño es más que suficiente. Además la bici es suya.
Así que me la cogí y me bajé al tramo de Arcentales cortado al tráfico. Rodé 45 minutos, la mitad por lo cortado, descansando en las bajadas y forzando en las subidas. Los otros veinte y pico minutos me di un rulito por San Blas igual que antes, forzando en las subidas y descansando en las bajadas.
Al fin y al cabo se trataba de quitarse el mono y al menos lo conseguí.
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