Ayer comentaba en el trabajo que me había levantado empanao. Eran las 5 ó las 6 de la tarde y todavía estaba como si me acabara de levantar. Yo soy de los que tardo en arrancar y hasta que no me tomo un par de cafés no empiezo a ser persona. Pero lo normal es que para las 11 ó 12 ya esté más o menos a pleno rendimiento.
La razón de mi empanamiento no es otra que la luna llena. Así como el hombre lobo salía las noches de luna llena, se dan más partos estos días, etc. etc. en mi caso el efecto es el contrario.
Le comentaba a Estrella, una compi, el por qué estaba así y me decía que probablemente me hubiera dado un garbeo nocturno vestido de hombre lobo, a lo que le decía que me acosté, me dormí en un momentín y no supe nada del mundo hasta que sonó el despertador.
Y, claro, esto afecta a lo deportivo. Ayer estaba fundido. Cuando llegué a casa y me calcé las zapas me costó bastante arrancar. Al menos hice acto de presencia en el parque, estuve rodando un ratito con mi otro yo (Vicente Sánchez), Mariano y Gabi. La última vuelta me quedé solo y apreté un poco y me volví a casa con 11 kilometritos en las piernas.
Hoy jueves tocaba gimnasio pero viendo lo cansado que estoy usaré el comodín del día libre y así mañana haré mejor las vallas.
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