El domingo pasado se disputó la carrera de Canillejas, todo un clásico en el atletismo en Madrid. En los últimos años ha dejado de ser carrera del calendario oficial de la Federación, lo que ha supuesto que el nivel de los atletas de élite haya bajado bastante en los últimos años, algo que para los mortales como yo no supone más diferencia que la de ver que el ganador marca 30 o más minutos frente a los 28 o menos que se hacían antes.
Estuve viendo la carrera puesto que recorre la avenida de Arcentales en su tramo paralelo a los parques de San Blas y el Paraíso. Lo que yo vengo llamando parque de Arcentales, que es donde tantos y tantos días de entrenamiento he hecho y me quedan por hacer. El que haya bajado el nivel de la participación supone que antes se veía un grupo de 10 a 15 africanos y a los 2 minutos empezaban a verse los corredores de aquí. El domingo iba un etíope por delante, como a medio minuto uno del Clínicas Menorca y a partir de ahí el resto de corredores, los primeros en fila y más adelante en un pelotón que iba ensanchándose. Supongo que a partir de un tiempo este pelotón ocuparía todo el ancho de la calzada, pero no pude quedarme a verlo.
Había quedado con Pino para llevarle a partir del km. 6 hasta meta. El km. 6 de Canillejas coincide con la subida de la avenida de Arcentales hasta García Noblejas, una subida que en sus primeros 800 m. es suave y en los últimos 200 ya se hace más duro. Le enganché como 200 m. antes del punto kilométrico nº 6 y de ahí hasta el final.
El kilómetro de subida se hizo bien porque estaba muy fresco. Luego llegan 3 kilómetros en los que el trazado es de favorable a muy favorable. Tan solo un par de repechos en los últimos 500 m. lastran una posible marca. Y esa fue mi carrera, tirando de Pino. A veces me iba por delante lo que me obligaba a esperarle. En un tramo intenté quitarle el viento que pegaba bastante en contra. Y las palabras de aliento y consejos habituales: suelta brazos en la bajada, alarga la zancada, en la cuesta arriba los brazos también corren, último esfuerzo.
Me quedo con haber sido capaz de aguantar durante 4 km. el ritmo de un sub 40. Estoy lejos de otros tiempos, pero creo que voy dando pasitos. Hace unas semanas ni me hubiera planteado seguir a nadie durante un tramo de una carrera en 39'. Ahora veo que el entrenamiento sigue dando sus frutos y la próxima, quizás, sea yo el que haga el intento de un 10.000 por debajo de 4'. Aunque tengo claro que mi objetivo esta temporada no es un 10.000, lo mío irá por lo corto.
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