Spinning vespertino

Después de un martes de descanso invisible por motivos sociales hoy miércoles he vuelto al gimnasio, en concreto a la clase de spinning. Las 19.30 de un mes de agosto es una hora perfecta y no hay que andar con colas para reservar sitio en la clase. De hecho el aforo no estaría ni al 50%.

Sesión de spinning que como siempre uno puede optar por machacarse de lo lindo o dejarse llevar y meter poca carga. En mi caso me he ido viniendo arriba y cuando al finalizar he quitado todo para hacer en los últimos minutos una oxigenación de las piernas me he encontrado que le había dado 12 vueltas a la tuerca de la carga. Parece mucho.

Otro entrenamiento más de cara al reto de septiembre.