lunes, 18 de septiembre de 2017

Quizás exageremos un poco. ¿Qué puede comer un atleta?

Leía hoy por ahí que un atleta profesional no se toma ni un helado en verano y me venía a la memoria aquello que en su día dijo Chema Martínez, algo así como que no se comía ni un pincho de tortilla para no ganar ni un gramo de grasa.

De entrada me parece muy exagerado. Porque un corredor de élite se salte algún día la dieta no va a ganar ni un solo gramo. Y como he escrito más de una vez, "no sólo de pasta vive el corredor". De todos es sabido que para cualquier ciudadano de a pie hay unas cuantas cosas prohibidísimas si se quiere mantener la dieta: fritos, refrescos, bollería industrial, grasas...

A cualquiera de nosotros, deportistas mortales, tampoco nos va a pasar nada porque un día nos comamos un helado o nos bebamos una coca cola (he puesto "o", no "y"). El problema viene cuando hoy nos comemos un helado, mañana nos bebemos esa coca cola, al otro nos comemos un donuts. Son calorías malas e innecesarias que estamos ingiriendo y que a la larga nos van a hacer perder peso.

Hablando de atletas o deportistas de élite, teniendo en cuenta los volúmenes de entrenamiento que hacen, y digo esto sin ser especialista en nutrición, creo que se podría permitir alguna alegría diaria para el cuerpo en forma de estos alimentos que he llamado "prohibidos". O quizás no. Pero de ahí a no tomarse ni un helado en verano hay un trecho.

Y escribo estas líneas por si alguno de los mortales que lee esto entra en razón y en vez de seguir al pie de la letra lo que hacen sus ídolos pone los pies en la tierra y se comporta como lo que es, una persona normal. Que a algún corredor popular he conocido yo que le dio anemia precisamente por emular la dieta de los "pro" y comer ensalada de primero y pasta de segundo. Ni legumbres, ni proteínas.

Así que si un día te apetece un helado, ¡cómetelo! Pero uno es uno y un día es un día.


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