El sábado, día antes del maratón quedamos (Mora, Pino y yo, que estábamos en el mismo hotel) a rodar prontito. Hicimos una mini vuelta de reconomimiento por los kms. iniciales (que eran tb. los finales) y jugándonos el tipo en el puente del Alamillo (o puente del nabo ;-)) volvimos al hotel para desayunar. El resto de la mañana la pasamos viendo los puntos de avituallamiento y 'arreglando el país' en la ribera del Guadalquivir. La comida otra vez pasta de primero y pasta de segundo.
La tarde tb. la pasé en el cine. Esta vez con Mora y después estuve tirado un ratito en la habitación hasta la hora de la cena en la que, para variar, también hubo pasta.
Llega el gran día. La temperatura es la ideal. Nos vamos a la salida en el autobus que habían fletado los 'correr por correr' (desde aquí les doy las gracias por el ofrecimiento). Llegamos al estadio, nos cambiamos, hacemos alguna cosita de última hora, nos situamos en línea de salida y a esperar.
Suena el pistoletazo. Estoy bien situado, con lo que en apenas 4'' estoy corriendo. En poco más de un minuto me encuento con mis 'compis de viaje' en Fuencarral (dos atletas de Leganes). Casualmente iban a ir al mismo ritmo que yo con lo que de empezar sólo me encontré con dos compañeros para compartir esfuerzos. No sé en qué momento, pero creo que antes del puente del Alamillo (aprox. km. 5) se nos unieron otros dos corredores de Alcorcón, y cuando me quise dar cuenta tb. estaba en el grupo un Sevillano. Todos al mismo ritmo.
Poco a poco se nos fue uniendo más gente (la mayoría venía de atrás) y en la media éramos ya todo un autobún (calculo que entre 15 y 20 corredores). Los kms. los íbamos clavando (3 cincuenta y mucho, 4 y muy poco). Las sensaciones fenomenales. No miré el pulsómetro para nada. Sólo los tiempos de paso. Así seguí hasta +/- el km. 28. Aquí ya me entró el 'ya estoy harto de correr'. Tuve que bajar un poco el ritmo, lo suficiente para hacer durante un par de kms. la goma con el grupo. Al final acabaron yéndose aunque en los kms. finales todavía adelanté a alguno.
Este primer momento de crisis lo superé con un simple pensamiento. Algo así como 'déjate de jilipolleces. Llevas tres meses metiendo más de 100 kms. a la semana, tienes el día ideal, estás en un momento de forma óptimo. Si no haces 2.50 por lo menos puedes bajar tu marca. Así que dale'. En los kms. del 28 al 39 el ritmo se me fue un poquito. En general fue mejor que los tiempos del maratón del año pasado (los kms. del 29 al 39 los hice en +/- 47', es decir, a aprox. 4.15). Un poco antes del km. 38 oigo un zapateo que 'me suena'. Me giro y, zas, el Mora. Había salido a un ritmo de 4.07-4.08 pero en el tramo final se encontró bien y apretó. Aguanté con él hasta un pelín más allá del 39.
A partir de aquí la historia de todos los años. Me quedé vacío. Menos mal que ya sólo eran 3 kms. Pero qué tres kms. Tiempos de 4.45. Total apatía. A tirar de coco para poder acabar. Pero eran solo tres kms. e iba a mejorar mi maraca en más de 5'. No me podía rendir. Al acercarme al estadio no sabía si teníamos que dar la vuelta por fuera o por dentro de la pista. El caso es que pensaba que como fuera una vuelta exterior me daría algo. Menos mal que no fue así. Y ya dentro del tartán apreté un poco por eso de quedar por debajo del 2.55, cosa que conseguí en 9'': 2h.54'49''.
Me hubiera gustado decir que de puta madre pero al final se quedó en bien.
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