Coincidí en la carrera con Pedro que quería quitarse el mal sabor de boca que le dejó el 1.500 del miércoles en Coslada. El resto de competidores no me sonaban salvo uno. También es verdad que éramos pocos (sólo hubo una serie) y que los que corren de verdad hicieron el 800, nada de pruebas no olímpicas.
En cuanto se dio la salida Pedro se puso en cabeza, detrás de él y chaval y después yo. Así transcurrió la primera vuelta, con Pedro tirando y yo que en algún momento me vi estorbado por el 2º. Nada más pasar el 400, que nos cantaron en 1.07 vi que iba cómodo y me decidí a adelantar, aunque fuera en curva. Como tantas veces hemos comentando, ni dar el intermitente ni nada, en cuanto hay posibilidad de adelantar hay que hacerlo.
Al paso por el 600, es decir, al toque de la campana, Pedro y yo ya estábamos delante y solos. Yo seguí tirando cómodo y con fuerza hasta el último 100. El paso por el 800 nos lo cantaron en 2.14, es decir, vuelta clavada en 1.07.
En la última recta Pedro me adelantó y ya fui incapaz de seguirle. Me sacó unos metros que nos son más que fruto del entrenamiento de medio fondo que lleva haciendo todo el año. Al final me dieron 2'48''.0, aunque yo creo que como mucho hice 2.47 muy cortos. Y la satisfacción de acabar Pedro primero y yo segundo en un control.
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