El de hoy ha sido uno de esos días en los que el simple hecho de terminar el entrenamiento ya ha supuesto todo un triunfo. Tocaba hora y 50' y la verdad es que han costado más de lo que pensaba.
Es verdad que el entrenamiento de ayer fue duro (3 x 3.000), pero también es verdad que lo hice a primera hora de la mañana y para las 12 ya estaba duchado y la tarde del martes fue tranquila. Vamos, que ha pasado día y medio desde que lo terminé.
Pero hoy ha sido un día de esos en los que desde el primer paso uno va espesito espesito, con un paso cansino, si fuelle, sin cambio. Ya desde el principio intuía que terminar iba a costar lo suyo, por eso el haber concluído ha supuesto todo un triunfo.
Imagino que los 113 kilómetros de la semana pasada también han tenido que ver y que esta semana me va a tocar penar y sufrir para completar los entrenamientos. También es verdad que ya sólo me quedan 15 entrenamientos y que el de hoy ha sido el más largo de los que me quedaban.
Casi puedo decir que lo más duro en el camino al maratón de Ciudad Real ya está hecho.
3 comentarios:
Bueno Vicente, no hace falta que te diga que son esos entrenamientos y no los que vamos bien los que nos hacen más fuertes.
Un abrazo
Pues sí, Carlos, así es la realidad. Cuando se entrena para el maratón uno está la mayor parte de los días para el arrastre, pero en cuanto se meten unos días de descanso y se bajan los kilómetros todo eso sale a la luz en forma de buenos resultados.
Estas entrenando muy bien, en Ciudad Real vas a ir de puta madre.
Un abrazo.
Publicar un comentario