Mira tú por donde estos días estoy reencontrándome con viejos recuerdos que tenía olvidados en algún lugar de mi mente. Ayer por la tarde terminé mi regreso a esto del correr, tres días de vuelta tranquila (5 + 6 + 6 km). Vamos, lo que me merendaba en un día cualquiera del entrenamiento para el maratón. ¡Lo que son las cosas!
Pues después de estos tres primeros días me noto al levantarme que me duele aquí, al andar noto que tengo agujetas allá. En suma, lo habitual desde que hago atletismo. Como he comentado muchas veces, al atleta que se precie de serlo, tiene que dolerle algo cuando se levanta por la mañana.
Y no es masoquismo, pero qué placer siente uno cuando le pasa eso, el levantarse y que te duela algo, el ir andando por la calle y notar agujetas en uno o varios músculos. Y espero que siga siendo así por mucho tiempo más, lo que significaría haber dejado atrás la lesión.
Pero esto último no lo puedo asegurar hasta que empiece a algo más de volumen y meter algo más de intensidad. Hasta entonces he podido correr tres días seguidos, que no es poco.
3 comentarios:
Es muchísimo más que la media de la población española, es decir, no es poco. Pronto volverás a reinar en tu asfalto.
Si tienes molestias (no dolores) es señal que haces deporte y si encima es lo que te gusta pues genial. Te deseo un rápido regreso.
A ver si es verdad, Gonzalo, ya tengo ganas de volver a correr un 10.000 bien corrido. Lo de reinar...
Raúl, yo siempre digo que el atleta que se precie, tiene que levantarse cada día con algún dolor. ¿Será mi caso?
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