A veces el calzado de calle nos juega malas pasadas. Durante todo el verano he estado calzando unas zapatillas muy planitas, sin apenas tacón. Parece una tontería pero la experiencia me dice que no lo es tanto. Desde que he cambiado el alto del tacón he tenido molestias en uno de los Aquiles que no tenían explicación alguna.
Primero me preguntaba si era tendinitis. Puede que lo sea, pero el hecho de que se manifestara por primera vez después de 3 ó 4 semanas de descanso, me hizo dudar. También me parecía raro que me doliese más al terminar el entrenamiento que al principio. Y cosas como que después de varios días de entrenamiento el dolor casi no pasaba de molestia, mientras que después de uno o dos días de descanso éste reaparecía.
Raro, ¿verdad? Pues me dio por pensar en la elevación de mis Aquiles y pensé en la altura de los tacones. Y mira tú por donde que en los últimos 4 ó 5 días he dejado de calzar las zapatillas en cuestión y me usado unas con un tacón de altura similar a las de las zapatillas de entrenamiento.
Milagrosamente el Aquiles ha dejado de doler. Mis pies, contradiciendo a los podólogos, prefieren algo de tacón.
2 comentarios:
Al elvar el pie, el tendón se relaja. Buena opción. Saludos y a mejorarse
Debe ser. El caso es que con zapatillas altas, duele menos. Solución, las bajas a la basura.
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