El parque de Arcentales es como llamo yo al parque de San Blas. Corre paralelo a la avda. de Arcentales por el lado de los pares. Tiene un perímetro de 3.500 m. y es uno de los lugares preferidos por los corredores de San Blas, si bien desde que hace unos años pusieron carriles bici robados a las praderas ya no es tan buena zona como lo era antes. A pesar de todo somos muchos los que acudimos allí a entrenar.
Su perfil es rompepiernas. De hecho no hay más de 100 m. seguidos planos, o pica para arriba, o pica para abajo o hay que subir o bajar. Es un recorrido duro sobre todo cuando se está cansado o en baja forma. Y el hecho de que haya que dar 4 ó 5 vueltas para completar la hora y pico de entrenamiento hace que uno acabe hastiado.
A pesar de todo mis mejores maratones los he entrenado en el parque. Dar 4 ó 5 vueltas en progresión y tener la capacidad de sufrimiento suponían un entrenamiento casi perfecto para el fondo y el maratón. Y la verdad es que llevaba 3 si no 4 años en que no completaba 4 vueltas enteras al parque. El que no haya entrenado ningún maratón tiene bastante culpa de ello, todo hay que decirlo.
Pues este verano, en concreto el lunes 28 de julio, volví a completar el poker de vueltas. No sé si será premonitorio de cosas buenas en lo atlético, no sé si significará que estoy en la línea correcta de cara al maratón de Logroño o simplemente fue que se alinearon los astros y entre que estaba bien, en buena compañía, que estábamos con una temperatura agradable para ser verano o vete tú a saber qué, pero el hecho es que nadie me quita el gustazo de haberle dado de nuevo las cuatro vueltas.
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