A poco menos de tres semanas de su celebración no estoy en condiciones de afrontar los 42 km. con garantías ya no para hacer una marca decente, sino tan siquiera para poder terminar. Empecé el verano con este objetivo y me ha servido para obligarme a estar al pie del cañón. Y en general lo he conseguido salvo un par de semanas que he estado fuera de Madrid en las que he tenido que hacer trabajo físico y al final era bastante incompatible con estar haciendo cualquier tipo de entrenamiento.
Como decía, el tener en el horizonte el maratón me ha servido para obligarme, a tener cierta disciplina y ha habido buenas semanas de entrenamiento con más de 85 kilómetros, si bien repartidos en 8, 9 ó 10 sesiones, dos o tres días de series y esto complementado con alguna salida en bici, varias de más de 2 horas y una de tres horas y media. También ha habido caminatas de 3 h. y de 46 kilómetros.
Lo bueno es que todo este entrenamiento no cae en saco roto. Septiembre es un buen mes con muchas carreras y el mismo fin de semana que el maratón de Logroño se corre la Melonera, una carrera que he hecho los 2 ó 3 últimos años pero a ritmo de calentamiento. Puede ser uno de los objetivos menores que me vaya marcando.
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