Empezaba la tarde con tiempo cambiante. En cuestión de una hora pasamos por nubarrones que ni en Mordor, chaparrones, cielos despejados e incluso arco iris. Prometía ser una tarde no apta para runners y sólo para atletas y amantes del atletismo.
Ya puestos en la pista de Palomeras me encuentro con que hordas de árbitros estaban haciendo sus pruebas físicas. Me tocó llamar la atención a más de uno para que dejaran libre la calle 1 y dar más una vez el grito de "pista". Menos mal que sólo acuden cada 2 ó 3 meses.
Durante el calentamiento nos cayó un buen chaparrón pero fueron apenas 10 minutos en los que que no nos llegaron a empapar. Cuando empezamos con las series el cielo se despejó y el viento parece que también nos dio tregua, así que se quedó una hora en la que las condiciones para entrenar fondo fueron muy buenas. A la salida de la ducha volvía a llover.
El plan de entrenamiento decía que había 3 x 4.000. Lógicamente yo no estoy para esos trotes así que me planteé acompañar a los chicos 400 sí, 400 no. Iba a ser un 15 x 400 con recuperaciones largas, pero a poco más podía aspirar. Me junté con el furgón de cola e hice 8 x 400 + un 800 final. Después acompañe a los galgos y aquí la cosa empezó a ponerse seria, con algún 400 a ritmo de 3.30 e incluso menos. Y lo bueno es que la pierna, a pesar de que decía algo, me dejaba hacer e incluso alargar zancada.
Contento con esos 6 km. a ritmos interesantes, muy por encima de las c.c.s. que suelo hacer cuando entreno solo y por volver a sentir ganas de entrenar y ver que semana a semana voy mejorando tanto en lo que se refiere a la cantidad como a la calidad.
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