martes, 23 de junio de 2009

Un horizonte lejano

Poco que contar en lo atlético, que siguo metiendo mis días de GYM y que apenas si paso de los 50 km. semanales. Es verdad que el fin de semana, cuando uno tiene más tiempo, hay pocas ganas de madrugar.

Pero es que el objetivo está lejos y quedando como queda todo el mes de julio, agosto, septiembre y parte de octubre, uno no encuentra fuerzas para levantarse pronto.

Y si no se hacen los deberes prontito, entre la calor, cervecitas y otros "impedimentos" más de un día que he quedado a cero kms.

Pero uno ya se conoce y sé que cuando haya que dar el do de pecho tendré fuerzas para sacrificarme 8 ó 9 semanas para afinar. Hasta entonces iré forjando una buena base para que cuando lleguen el momento partir de más arriba.

3 comentarios:

David Rodriguez Roures dijo...

Menos mal que te conoces bien,tal vez lo único es quedar con alguien y así sabes que te levantas seguro,a seguir entrenando,un saludo.

Quique dijo...

Hola Vicente, hay que hacer lo que pide el cuerpo y en verano la verdad es que cuesta salir a entrenar...

SAludos
Quique

vsblanco dijo...

Pues sí, David. Uno se va conociendo y ya sabe cómo va a responder ante los estímulos.

Quique. Hombre, conviene algo de disciplina. Si sólo hacemos lo que pide el cuerpo más de un día cambiaría el correl por el sofá :-)