lunes, 15 de julio de 2013

Correr da para lo que da

Vengo hoy a contaros sobre la última gesta-hazaña deportiva que he hecho.
Todo empezó a finales del invierno. Un amigo por lo visto había hecho una promesa a su hijo, algo así como que si aprobaba no sé qué asignatura se haría andando y/o corriendo el trayecto desde su casa a Chapinería (un pueblo de Madrid que está en la carretera de los pantanos, km 37). El chaval aprobó y hubo que cumplir la promera. La primera intentona se empezó a preparar para abril o mayo, pero hubo lesiones de por medio. Total, que todos estuvimos a punto el pasado sábado, un 13 de julio.

Quedo a las ocho menos 10 en el paseo de Extremadura. De ahí hasta el zoo andando. Desde el zoo hasta Boadilla, unos 11 km. corriendo. Llegada a Boadilla, avituallamiento en una fuente y reemprendemos la marcha. Próximo punto, Brunete. Atravesamos Boadilla hasta el otro extremo del pueblo pero aquí llegan mis primeros problemas. El pie del esguince viene piando cuando acumulo cierto volumen de kilómetros y esta vez no fue menos. Bien es verdad que cada vez voy aguantando más, pero todavía no estoy para tiradas de 20 o más kilómetros, como era el caso. Salimos de Boadilla y ya por pleno campo a ratos, unas veces corriendo y otras andando hasta Brunete. Unos 26 ó 27 km. hasta entonces. Lo hemos completado Mora, Pino y yo.

Segunda parte, Brunete Chapinería. Yo voy a lo que me digan. Mora va con unos mapas impresos y su sra, Pilar, lleva una app. para el móvil que va marcando la ruta vía GPS. El poker lo completa Javier, amigo de Mora y también corredor. La estrategia ahora es ir a un ritmo de 10' el km. Tenemos por delante unos 23 ó 24 km. es decir, 4 h. Salimos de Brunete a las 11.45 es decir, que si mantenemos el ritmo llegamos a ver los deportes del telediario ;-)

Primera hora en la que completamos algo más de 6 km. Agúita y seguimos. Segundos 60' con alguna duda por el terreno, que si por aquí que si por allá. Gana Pilar y su GPS, Mora guarda los papeles y se deja llevar. Tenemos que hacer un par de km. de más porque una cerca estaba cerrada. Por lo visto lo tenían previsto. Estrategia de parada larga, 65'. Avituallamiento (más agua) y seguimos. Estamos ya en torno a las 2 del mediodía, cuando el sol está en lo más alto. Casi no hay sombras. Llevo 6 h. acumuladas.

Siguiente tramo de "sólo" 55' puesto que había que cruzar un arroyo lo que nos obligaba a descalzarnos. No era plan de ir con las zapatillas mojadas. Avituallamiento y comienzo del calvario. Coincide éste con que desde el arroyo hasta Chapinería es subida. En teoría nos quedan 5 ó 6 km. Debería estar hecho. Pero Mora y yo, ya con muchas horas acumuladas empezamos sufrir de verdad.

Me quedo vacío, cada paso cuesta. El hecho de que sea subida, de ir coronando cota tras cota sin ver el final del alto, el tener la llegada a poco menos de 6 km. y no verlo pesa psicológicamente. Pero se acaba completando la andada-carrera.

Como conclusión, pensaba que el hecho de entrenar y estar en cierta forma me daría más garantías para terminar los 50 km. Los últimos 5 ó 6 km. me dejaron vacío. Hoy martes estoy todavía con peores consecuencias musculares que después de un maratón, si bien articularmente estoy mejor salvo de los dos Aquiles. Cuando me lenvanto me río yo de Chiquito de la Calzada. Y después de lo del sábado tengo claro que por muy corredor que sea, por mucha buena forma en la que esté, esto del correr no da para todo, aunque es verdad que da para mucho.

2 comentarios:

Dragonkik55 dijo...

Las carreras largas son toda una especialidad en el correr :-)

vsblanco dijo...

Totalmente de acuerdo. Por ahí voy a enfocar mi próximo post.