Continuamente nos llega información sobre la creación de nuevas carreras. Unas con fines solidarios, otras buscan ayudar a fines benéficos u ONGs e incluso grandes cabeceras nacionales patrocinan nuevas modalidades de competiciones de 10 km. en asfalto que tienen que ver más con el fútbol que con el propio atletismo.
La realidad es que hay mercado. Si sumamos el total de los corredores que participan en unas u otras carreras la cifra será sensiblemente superior a lo que era hace una década. Entonces había un calendario, sota caballo y rey y poco más. Las carreras clásicas colgaban el cartel de "agotadas inscripciones" e incluso había sitio para las pequeñas carreras de barrio que tenían que ajustar su calendario a la celebración de las "major".
Pero con la proliferación de este nuevo formato de carreras hemos pasado de tener en torno a dos carreras al mes (el clásico ejemplo de una de las de barrio y a los 15 días la super multitudinaria) a encontrarnos con situaciones de poder elegir entre varias opciones un mismo fin de semana. Ni que decir tiene que en ciudades como Madrid o Barcelona el que quiera puede correr una carrerita por fin de semana.
Esto ha significado que las clásicas ya no llenan pero, lo peor de todo, es que muchas de las carreras de barrio están desapareciendo. Para un corredor novel es más atractivo correr con los colores de su equipo de futbol y "competir" contra el rival de los derbis que hacerlo en una carrera de barrio donde apenas participarán 500 corredores.
La pena es que estas carreras, algunas con un historial de más de 15 años, muy bien organizadas, por y para los corredores y que en muchos casos suponían el sustento económico del club organizador dejan de celebrarse. Y que muchos corredores ya curtidos en mil batallas estén algo desencantados porque hay formatos que nos les convencen y aquellos que sí lo hacían ya no se celebran.
Ahora hay más pastel pero también hay que hacer más pedazos por lo que éstos son más pequeños. Y lo que está claro es que el mercado ha cambiado y no todos saben o quieren adaptarse.
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