martes, 25 de enero de 2011

Señor, dame paciencia

Pues no, no estoy recuperado de mi lesioncilla y no puedo correr agusto. Tras una semana en la que parecía que la cosa marchaba por buen camino y que concluyó con el cross de Villalba, los dolores han vuelto a hacer acto de presencia. Esto fue a mediados de la semana pasada. Corrí tres días, de los cuales sólo uno hice algo más rápido de lo normal

Pero nada, ahí ha vuelto a manifestarse el dolor que empieza por dentro del glúteo con un dolor que más que doler es como un cosquilleo molesto (algo parecido a cuando nos damos un golpe en la rabadilla), y que luego irradia al isquio de la misma pierna, lo que provoca que ésta no tenga amplitud de zancada.

Conclusión, a partar de nuevo. Y mira que estoy hartito ya. Desde el jueves de la semana pasada llevo estirando piramidal, isquios y psoas 3 ó 4 veces diarias. En cuanto dejo de correr un par de días el dolor desaparece, pero cuando vuelvo a calzarme las zapas y corro medio deprisa vuelve el dolor.

Total, que voy a colgar las zapas por una temporadita. No quiero estar que ni sí ni no, así que 3 ó 4 semanas de no correr, hasta que compruebe que no hay dolor. Mientras tanto, gimnasio para fortalecer la zona y estiramientos a tutiplen.

¡Qué hartito estoy!

3 comentarios:

Raúl dijo...

Cuando no se puede correr por lesión lo mejor es no comerse la cabeza y hacer algo alternativo; el gimnasio está muy bien y a mi también me va bien la natación. Si no hago nada me subo por las paredes.

Anónimo dijo...

Animo Vicen.

Pasará más pronto de lo que parece y podrás plantearte buenos objetivos para verano.

Gudurix

Guillermo dijo...

Mucho ánimo Vicente.

Que paradójico es que cuando realmente sufrimos es cuando estamos parados.

Salu2-G