lunes, 5 de septiembre de 2011

Después de Daegu

Mucho se está hablando y escribiendo sobre cuál ha sido el papel de nuestro atletismo en los mundiales de Corea y cuál es el futuro que nos espera. Y la verdad es que a los que nos gusta nuestro deporte y además disfrutamos viendo ganar a los nuestros, parece que nos esperan años poco ilusionantes.

Para empezar, os pongo algunos enlaces sobre lo que se publicaba el día después de la finalización de los mundiales:

* Razones para el pesimismo
* El atletismo español se desfonda
* España se desploma, en el peor Mundial de su historia
* España firma su peor actuación de siempre
* El atletismo español, obligado a cambiar...o morir 
* El modelo está agotado

Podría seguir repasando las ediciones digitales de los diarios y en todos encontraría noticias en la misma línea que estas que he puesto. Y está claro que todos coinciden augurando años de sequía y de malos resultados.

¿Hay futuro?
La verdad es que la realidad del atletismo español es la generación espontánea... o casi. En todos los campeonatos de categorías inferiores que se han celebrado a lo largo del verano, ha habido alguno de los nuestros que ha destacado, pero no es menos cierto que en general las actuaciones a nivel global han sido malas. ¿Significa esto que no hay futuro?

Como decía, nos esperan unos años de travesía del desierto, unos años en los que no vamos a ver a ningún español en las finales de la mayoría de las especialidades salvo contadas excepciones.

Algunas de éstas pueden ser la de Cienfuegos en Martillo, Borja Vivas en peso o Eusebio Cáceres en longitud, tres atletas muy jóvenes que ya se están fogueando a nivel internacional y que en 2 ó 3 años deberían estar ya presentes como mínimo en las finales. Su olimpiada será la de Río.

¿Podría pasar que tres medallas suyas en algún gran campeonato nos auparan a puestos muy altos del medallero y que viviéramos un éxito ficticio? Creo que sí, no sé si con éstos o con algún otro. Pero la realidad es que la cantidad de gente que llegan a las finales (puestos entre los 8 primeros), va a ser muy muy baja en los próximos años.

Hay que llevar el atletismo a los colegios.
Creo que la solución de futuro es esta, la de crear escuelas de atletismo en todos los colegios. Para mí no es de recibo que en un colegio público se salga a ala 4 de clase y a las 4 y cinco estén las instalaciones cerradas, infrautilizando los campos exteriores, el gimnasio, etc. Y lo que es peor, que los chavales tengan que desplazarse para hacer algún deporte.

Si se crean escuelas en todos los colegios públicos, al final acabarán saliendo chavales que les guste el atletismo y que ya en categorías superiores quieran entrenar. De la cantidad, saldría la calidad. Y cuando hablo de atletismo hablo de saltos, lanzamientos, pruebas combinadas (no sólo del maratón vive el hombre :-)) ¿Cual, si no, es el secreto de los países del este? ¿Es que son mejores genéticamente que nosotros?

Es verdad que estamos en un contexto de crisis económica, que se están haciendo recortes hasta en educación, etc. etc. pero no es menos cierto que hace 5 ó 6 años éramos el orgullo de Europa con unas tasas de crecimiento y de empleo impresionantes. Y entonces si había dinero para hacer esto que comento. Pero hay que quererlo, y ahí las federaciones son las que tienen que moverse.

3 comentarios:

Sosaku Runner dijo...

Comparto lo del atletismo en los colegios. Si esperamos a que más gente se aficione viendo a los nuestros ganar lo llevamos claro. Es un efecto bola de nieve en espiral: no ganamos luego no atraemos cantera.

Unknown dijo...

Estoy de acuerdo contigo en todo. Aún así creo que es más complicado de lo que parece que en los colegios se creen escuelas. Al final necesitas monitores, gente que cierre después el colegio, material... toda una infraestructura que como dices, sólo pueden mover las federaciones. Y normalmente los que gobiernan las federaciones lo que tienen en la cabeza son cosas más lucrativas y menos importantes.

vsblanco dijo...

Efectivamente, Gonzalo.

Carlos, lo que dices de los que gobiernan las federaciones es lo que es y lo que no debería ser.