miércoles, 15 de noviembre de 2006

Un día tranquilo

Ayer fue un martes más o menos normal. La única salvedad fue que a la hora de la comida me acerqué a ver a Alberto, mi sobrino. Parece que ya se va dando cuenta de que no está dentro de la barriga de su madre y ya hasta llora y quiere empezar a comer.

Y de esto mismo, de comer, voy a contar un par de cosas. Ayer no hice ninguna comida en condiciones hasta la hora de la cena, en que me apreté una ensalada, algo de pescado y media pizza. Hasta entonces desayuné un yogur, en el 2º desayuno (como los hobbits) me comí un croisant (o como se escriba) a la plancha; a la hora de la comida dos mini pulguitas, en la clase de inglés un trozo de tarta y a la hora de la merienda un donuts con un yosport. Menos mal que en general soy bastante ordenado con las comidas porque si hago muchos días lo mismo que ayer lo mismo me pongo tan dulce que me dan un bocado por ahí ;-)

En lo que al entrenamiento se refiere ayer me marqué 15 kilometritos por el parque de Arcentales que todavía está más complicado. Se han dedicado a poner más vallas y ya es casi imposible rodar por allí cuando es de noche (más si cabe porque la mayoría de las farolas estás apagadas). Espero comerme esto que escribo, pero no me extrañaría que más de uno besara el suelo, ya sea tropezando con las bases de las vallas, comiéndose una de éstas, llevándose por delante a alguna persona o chocando con algún espejo retrovisor de cualquier coche. En fin, a ver si duran poco las obras porque realmente se hace incómodo correr por allí.

El rodaje bien, a pesar de que a lo largo del día me fui encontrando más y más cansado (el cross del domingo, las sereis del lunes...) pero luego uno se pone a sudar y se le olvida todo. Y esta tarde me tocará hacer las series solo. Mañana os cuento.

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