No dejemos que el atentado en el maratón de Boston nos condicione

Ayer 15 de abril se disputaba el maratón de Boston. Una vez más sólo hubo noticia cuando ésta fue mala y en este caso fue, si cabe, la peor de todas, la de que habían hecho explosión dos artefactos explosivos en la zona de la meta cuando transcurrían aproximadamente las 4 h. del inicio de la carrera. 3 muertos, varios heridos graves y algún ciento de ellos leves...

A partir de aquí, todo tipo de especulaciones, titulares y análisis. Tengo claro que lo de ayer en Boston no fue un atentado contra el atletismo, sino una muestra más de que algunos energúmenos van a utilizar cualquier vía para sembrar el terror, la muerte y la destrucción. En este caso ha sido con motivo de la celebración de un evento deportivo de carácter popular pero, como digo, creo que ha sido algo circunstancial.

El problema surge si este hecho va a condicionar las carreras populares a partir de ahora. Hoy, un día después, se están leyendo noticias de que si un maratón no va a incrementar sus medidas de seguridad porque las que hay ya las considera suficientes, otro, el de Madrid, que sí las va a incrementar: http://www.europapress.es/deportes/noticia-organizacion-maraton-madrid-baraja-tomar-medidas-extraordinarias-despues-atentado-boston-20130416145208.html

No sé si somos conscientes de lo endebles que somos los corredores en una carrera y lo fácil que es atentar contra nosotros. Cualquiera llega con una mochila llena de explosivos, la deja en la salida, por ejemplo, se va y la hace estallar. Masacre asegurada. Nadie se fijaría que ahí hay una mochila "perdida" porque es algo habitual en las carreras. Quien dice en la salida dice en el guardarropa, en la zona de meta, etc. No es como dejarla en el metro, donde una mochila abandonada está fuera de su hábitat.

La reflexión a la que quiero llegar es que es muy fácil atentar en según que entornos, y el de las carreras populares con participación masiva, como fue el caso de ayer, es sólo un ejemplo. Y lo que estoy escribiendo aquí no es ninguna exclusiva mundial, cualquier persona es consciente de nuestra vulnerabilidad.

Lo que hay que hacer ahora es mantener la calma y no volverse locos con medidas de seguridad extra. ¿Cómo, si no, sería viable la celebración de una carrera con varias decenas de miles de participantes? Si se va a hacer un registro exhaustivo de cada uno de los que vamos a acudir o bien hacen falta miles de voluntarios o bien hay que ir con días de antelación para pasar todos.

En suma, tomemos lo de Boston como un hecho aislado, dejemos que el control se haga desde las cúpulas policiales y a alto nivel, los organizadores que sigan como lo vienen haciendo y los corredores no nos dejemos influir y que un hecho que esperamos todos que sea aislado no nos condicione.