A continuación se muestran los patios de varios colegios o institutos del barrio de San Blas. Como se puede apreciar ni un solo niño haciendo deporte. Y lo más triste es que estos espacios se ven así, desiertos, sin vida, durante todo el fin de semana y la mayoría de los días desde el momento en que se cierran las clases.
La pregunta es, ¿cuántos habría si se organizaran actividades deportivas al terminar las clases? ¿Sería posible llegar a un acuerdo entre la federación correspondiente y la delegación de educación para hacer un uso compartido de estas instalaciones? Incluso para dar cabida a adultos, quizás previo pago, redundando parte de los ingresos en el propio colegio.


Y aquí muestro unos ejemplos de como cuando se cede la gestión de esos espacios a entidades deportivas pasan a estar aprovechadas, si no en su totalidad, sí al menos en parte. El primer cartel corresponde a las instalaciones deportivas que están situadas en la c/ Albericia esquina con c/ Argenta. Por razones obvias no he sacado fotos de los niños que estaban entrenando un frío miércoles de enero a las 18 h. ¿Estarían entrenando si no tuvieran esta instalación a su disposición?
El segundo ejemplo que pongo es la conocida como pista de Suanzes, sita en la C/ Alcalá esquina con Avda. 25 de septiembre y que gestiona el club de Atletismo Suanzes. Ni que decir tiene que eran varios los jóvenes que estaban entrenando.
Imagino que esto ocurre en otros barrios de Madrid y en otros pueblos y ciudades de España. No se trata de hacer muchas instalaciones, sino de aprovechar las que tenemos y podríamos sentar las bases para una sociedad más sana.
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