lunes, 27 de abril de 2015

Mejor con las dos ruedas que con las zapatillas

Un valle de lágrimas esto del corrimiento. No hay manera de empalmar una semana seguida de entrenamientos de calidad. La pierna derecha me trae por el camino de la amargura. Cuando no es la cintilla iliotibial es el isquio y cuando no el piramidal si no todo junto.

El jueves me presenté el Palomeras para hacer los 800s y no pude pasar del calentamiento. En cuanto me puse a hacer los progresivos previos a las series tuve que abortar misión porque no tenía amplitud de zancada y era imposible correr medio rápido. Me tuve que conformar con hacer algún kilómetro más a ritmo de calentamiento.

Y el domingo algo parecido aunque al final la cosa parece que se quiso arreglar. Salí a hacer 12 kilómetros y hasta que no llevaba 8 o así no pude empezar a meterle alegría al cuerpo. Hasta ese momento estuve a punto de volverme a casa porque ahora no es que me doliera algo, es que es como si el cuerpo se rebelara contra la carrera y no hay manera de que corra a gusto. Pero finalmente pude hacer algún tramo algo más alegre y todo en medio de un diluvio que hizo bueno eso de "en abril aguas mil".

Lo mejor de la semana, una salida en bici que hice con los compañeros del Páris por una ruta del Canal de Isabel II, en concreto por el canal del Mesto, por la zona de San Agustín de Guadalix. Me di alegría de la buena en las subidas, si bien en las bajadas iba con más miedo que un perro chico. Espero que estas salidas por el campo se repitan y pueda conocer algo más la región en la que vivo, una gran desconocida para mi. Cayeron en torno a 37 km, con su hidratación al final.

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