domingo, 12 de julio de 2015

Esto de cuidarse las cejas me da a mi que no casa con la bici

En las últimas salidas en bici estoy notando que el sudor me entra en los ojos hasta el punto de que me tengo que quitar las gafas. Antes no me pasaba y me estaba preguntando el por qué y creo que lo he encontrado en el arreglo de las cejas. ¡Córtate esas cejas! me dice y mujer y como yo no lo hago ella coge la tijera y me las poda. El caso es que desde entonces ni gafas ni nada, el sudor entra en los ojos. Creo que en mi caso la coquetería no se lleva bien con el deporte.

En lo que se refiere a lo puramente deportivo me he acercado hasta casa de mi hermana a ver a mis sobrinos. 40' por el carril bici a la ida y a la vuelta he estirado el camino hasta la hora. Me he dado cañita en las subidas más tendidas, que las hay, metiendo todo lo que podía haciendo una suerte de series. He acabado con las piernas tocadas, pero con la satisfacción de un entrenamiento bien hecho.

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